sábado, 28 de mayo de 2011

Algo de lo que vi en Sol...

Apiñados, sentían en su piel calores indecibles.
No provenían de soflamas vergonzosas,
ni tampoco del derroche inadecuado de energía.

Sencillamente eran cuerpos inundados de valor,
en un primer estadio de gozosa libertad
como cuando vives solo a tus espensas.

Una extraña e irreconocible simbiosis
en medio de un oceano de elementos diseminados,
ganados por el paso de los dias de herrumbre
que oxidaron ímpetus y corazones.

Carteles que hacían pensar.
Consignas alejadas de consignatarios populistas,
ansiosos de revoluciones baldías.

Llamadas a la reflexión
asumiendo, a cuerpo gentil, provocaciones sutiles.

Todo emanando de fuentes nuevas,
intentando saciar descontentos viejos
y a otros tantos insufribles miedos
que atenazan a las mayorías quietas
ahogadas por el desasosiego,
sumidas en el descontrol provocado por Ellos.

¿Qué pasará mañana?
Mañana será otro día,
lucirá otro sol, volverá la vida,
tras el agotador cansancio de la nadería
de quienes van y vienen sin saber por qué,
de quienes se manejan bien entre la majadería.

Pasará este sarampión como pasaron otros,
que nos renovaron la sangre, dicen algunos.

Yo, a pesar de que siempre vivo al dia,
sé que estas cosas quedan en el fondo de un mar
repleto de corales de fantasía,
donde reposan ideas que servirán a otros para probar
cuan necesario es pensar
en las muchas formas de rebeldía.

No caigais en la misma tentación que cayeron otros,
deslumbrados por baratijas de distracción
cuando, también en un mayo muy peleón,
llegamos a parecida conclusión:

LA POLITICA SOLO MERECE LA PENA VIVIRLA EN PRIMERA PERSONA,
LOS OTROS TRATARAN DE CONSEGUIR QUE LA ABORREZCAS.