miércoles, 6 de julio de 2011

Homenaje a Gloria Fuertes

Coetáneo de Gloria por un tiempo,
desaproveché el fulgor de su espíritu
para embarcarme con ella en su junco,
como tantas veces lo hiciera con otros muchos de mi generación.

Suele suceder,
las nimiedades se adueñan de nuestra sinrazón
y nos impiden vivir a lo grande.

Ahora recuerdo, sobre todo, su aspecto bonachón,
la placidez de un cuerpo orondo
y en su rostro
los ojos alegres y vivarachos de quien mira feliz,
interesados en encontrar compañía.

Para remate, su voz grave contando con increible sencillez
sus indiscutibles verdades.

Asumí su padrenuestro que estás en la Tierra
y lo llevo a menudo conmigo.
También su   Isla Ignorada  y   Escribir a lo que salga
manifestación suprema
de cuanto ocupa mi alma.

Ojalá algún día pudiera sentir como ella
pajaros en la cabeza
que crean que soy árbol y trinen tranquilos,
sabiéndose seguros,
cánticos imposibles para mis sencillos oidos.

¡Por Dios!, ¿quien dijo que fuiste vaga?
con todo cuanto trabajaste por darnos aliento
en la desesperanza.

La loca de los versos,
la que nunca hace nada,
edificó letra a letra muros de contención.
¡Precisamente contra la NADA!

Envidioso, quisiera ser como tú,
pobre y dichoso.
Bañarme en tus cascadas de paz
con el placer de ser ignorado también.

Nada mejor que disfrutar de un paisaje,
escuchar una bella canción,
vibrar a solas de emoción
cuando fluyen incapaces ensueños para algunos.

Pintores, poetas, ángeles...
todos se unieron a tí, sin duda,
componiendo partituras de luces, retazos, virtudes,
que siempre adornarán tu figura.

Nunca lo dudes,
para nosotros tú serás siempre
manifestación, camino y guía
en el mundo más inhumano de cada día.