domingo, 23 de octubre de 2011

De amargos y acidos...

Desagradable al sabor, propio de almendras y cáscaras,
el amargo es antítesis del dulce, relativo al gusto.

Acido es otra cosa, aunque los confunda,
a veces se mezclen sabores en mi cabeza y
acabe expresando, sin tino,
dejando de lado la sutileza que les separa.

¡Qué caramba!

Estoy decidido a aclararlo por el bien propio,
y por otorgar la razón a quien lo merezca.

Me sumerjo en los sabores,
que son la génesis del sentido del gusto,
parte del placer y de las sensaciones.

Buceando en mis impresiones,
encuentro amarga la hiel y los alcaloides,
cantidad de frutos que siento amargos,
al ensalivar en boca sus trozos insospechados,
aunque también es amarga la realidad a veces
sin necesidad de tragársela a cachos.

El ácido, sin embargo, aunque sea áspero
es siempre sustancia que reacciona,
que acaba formando sales,
tan necesarias para la vida, tan fundamentales.

En tantas frutas presente
que de él resulta imposible abstenerse,
so pena de malestar en las glándulas que nos mantienen,
que acabe invirtiendo su efecto benéfico, su poder astringente.

Pero ácido también es lo agrio
lo que aspereza las cosas,
la agudeza del dolor,
la dificultad en el trato.

Sigo estando confundido, por tanto,
y me quedo con la mejor opinión,
que lo amargo y lo ácido evite.

Me paso mejor a lo dulce,
aunque con ello tal vez me limite.

sábado, 22 de octubre de 2011

Otoños en Madrid

Nunca se muestran por igual.

En cada periplo anual
aparecen de modo diferente,
añadiendo algo distinto al ambiente.

En esta ocasión ha tardado en llegar
después de días y días de sol,
calentando sin parar,
nuestros cuerpos usados de crisol
en un trasvase estacional de energía celular.

Otras veces irrumpen sin llamar,
por la puerta abierta a la modernidad
del último grito en versión de viento cardinal
que arrasa cuanto pueda quedar de estío
y que a estas alturas
resulta ya más que baldío.

Tránsito entre verano e invierno
prolegómeno de un infierno
de fríos, constipados, desventura en que,
si duda por su angostura,
caerá el pobre diablo ínclito
sin techo, sin pan, casi sin hálito.

Pero a pesar de todo
Madrid siempre es especial
porque se apiada del personal,
hace del Metro refugio y su fiereza estacional
que nunca es constante, 
solo llenará de hojas, una vez más, el estanque.

Me dispongo a dar paseos por el amado Retiro,
a andar por la Casa de Campo
subir luego por el del Moro,
no darme ningún respiro hasta llegar al Oeste
para contemplar desde allí
lo que pocas veces y en otros sitios viví,
la más bella puesta de sol en poniente.

jueves, 20 de octubre de 2011

Mascotas de andar por casa

Quizás mis palabras no sirvan de nada
a quien nunca las tuvo,
a quien no les agradan.

Llegan a las casa por una puerta falsa,
arropados por niños
a quienes les encantan,
hasta que colman el ansia por gozar sus gracias.

Después comienzan los hayes
de ese perro que ensucia o que no calla
que rasca en la puerta,
que a la mamá le chincha y claro, estalla.

Ponen a prueba nuestra capacidad,
nuestra propensión para dar la talla,
y la mar de las veces la expectativa falla,
mientras el animal padece y no crece
lo que a nuestro juicio merece.

Luego, como conocemos todos,
que si lo bajas tu, que si ayer lo bajé yo
y el pobre can observa callando
a la espera de que alguien decida
porque se acabará meando.

Se convierte en el trasto indeseado,
salvo para pagar nuestro mal humor,
nuestro prepotente enfado.

Por mi vida ya han pasado varios
y todos dejaron su huella animada.

El primero, sumiso y fiel,
resignado a padecer perrerías cien
el siguiente después,
incomprendido y en ocasiones odiado,
enseñando los dientes a quien pareciera asustarlo
terminó en la perrera, desterrado.

El tercero que ha habido
lleva nombre de apellido.

Sánchez se llama para jolgorio del gentío.

Como el solo listo, estilizado corredor pretendido,
llora al verse desamparado y perdido
pero te recompensa al saberse querido
tumbado a tus pies, calentándolos en los meses de frio.

Enfin, amores y desamores
entre inhumanos y personajes altivos
que hoy cogen y mañana dejan de ser compasivos.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Trabajo diario

Dia a dia...
me gano la vida.

No en términos absolutos, no,
sino en los relativos
a saber vivirla.

Una ruleta mística
a la que apuesto al rojo de la pasión
no al negro de la desesperación.

Pasión con la que encaro los temas,
de abigarrada importancia,
que van desde el vestido al destino,
de la trascendencia a la inoperancia.

Desesperación por no saber avanzar
por caminos alternativos, de incierta confianza,
creyendo que son impropios,
para servir de pitanza
a un corazón rebosante de ganas de darse,
amigo de la bonanza.

Ahora salgo a la calle con espíritu aventurero,
descubro que ha salido de nuevo el sol,
hablo distendido con el frutero,
juego al mus con los mayores
reconociendo el valor de su sapiencia,
asumiendo al propio tiempo la incoherencia
de bastantes, bastantes de mis errores.

Querida noctámbula

No sabes de qué manera
tu vida me mortifica.

No recuerdo bien el momento
en que decidiste cambiar de estela,
llenando las noches con polvo de estrella,
mudando tu vida diurna,
sin quererte mezclar, acaso,
con la turba mundana que la secunda,
pero marcó tus rasgos de vampiresa
que aprovechando la ausencia del sol,
revolotea feliz en los imperios de la noche aviesa
en la que pasean los zombis,
y los que pululan de acá para allá, sin cabeza.

Gentes extrañas que no tienen donde ir,
ni la suerte de poder convivir,
con alguien que les quiera de cerca sentir.

Comprendo hasta una huida programada
desde la más voraz y caprichosa realidad descarnada,
pero quiero que tu comprendas tambien,
que en esa huida abandonas parte de lo que te adorna
al considerar superflua la bondad, la alegría el frenesí...
que mostraste siempre junto a ti,
para quedarte ahora preñada del mal que entorna.

Siempre temí en las habitaciones oscuras,
palpando paredes y anejos de cerraduras,
en busca del punto de luz, que alumbre
el camino a seguir para apartarte de la podredumbre.

Busca la raíz del vacío,
llena los huecos de contenido
y sal corriendo a comerte el mundo
que en otro tiempo ilusionaba tu corazón más fecundo.

Hay mas espacio cuando hay mas cordura,
cuando no titubeas en la penumbra,
cuando controlas la afectividad perdida
por malos complejos de asertividad confundida.

No desdeñes la luz del sol,
lo clarividente del día
con sus colores más verdes,
con la lozanía sentida.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Nuevos romanticismos

Muñecas de trapo con cara de porcelana,
encerradas en vitrinas acristaladas,
recuerdan tiempos del Romanticismo
con los que me topé este día de otoño nuevo.

A nuestra mirada le parece grotesco lo expuesto
porque no le sirve ya el trasnochado invento.

Conocido el fulgor de la play
esas caritas redondeadas, uniformes, desfasadas,
con esos ojitos movibles, de contrapeso,
dan casi grima y espanto.

Imagino a esos niños encorsetados
y no sé cómo pudieron con tanto.

La época les engulló y sucumbieron a su encanto
como ahora a nosotros la nuestra,
empecinada en hacernos sentir
la virtualidad de la Crisis siniestra.

Si entonces a frágiles mentes  les llevó al suicidio
entiendo que hoy
sin trabajo, sin casa, sin apenas subsidio,
nuevos románticos vean en el porvenir
la consagración de algún magnicidio.

Verdaderamente vivo en tiempos sombríos...
diría de nuevo Bertolt Brecht

Si acertara a pasar por aquí
en los cortos días de este Otoño quizás perdido,
recitaría de nuevo poemas
en torno al más y mejor sueño sentido.

lunes, 10 de octubre de 2011

De mentiras mundanas...

Mayúsculo mundo de mentiras
las que me cuentan, te cuentan y cuento...
las que construyen los noticiarios,
las que pululan sembrando también descontento
o las que incluso se inventan los modernos catervarios.

Tretas de vendedor,
verdades omitidas,
dolosos advenimientos
con los que te desayunas con estupefacto aserto.

Fallas escondidas que surgen por doquier
despeñando al inseguro personal incauto
que no sabe ya qué atender,
si a la grosera levedad del poder
o a la facilona promesa de futuro mas lauto.

Hacen del juicio de valor
el requisito más exigido,
para adquirir paso a paso la valía del entendido
que sojuzga quizás la teoría,
aunque se pierda después,
queriendo encontrar la villanía,
de quien mas avispado,
regresó ya mucho antes, con la pieza cazada del día.

La justicia llega tarde y resulta un tanto baldía.

Presuntos implicados,
imputados corruptos,
estuvieron pero se fueron,
salieron del proscenio inculto,
hallaron el medio ideal donde repartir su botín oculto.

Una bola de nieve inmensa,
engrosada a cada paso,
se nos viene encima, obesa,
amenazándonos con la muerte más espesa
del que recibe sobre sí la noticia mas aviesa.