jueves, 29 de septiembre de 2011

Antoñita,... la fantástica

Todos hablan de ti,
sin conocerte,
porque alientas emociones
de confiada esperanza,
aunque después se trunquen en asechanza.

Dicen que eres feliz y les creo
aunque merezcas oprobio y vergüenza
por encandilar las conciencias
de quienes, en cortas mentes,
anidan proyectos inconsistentes.

¡De la Fantasía no vives!
te reprochan positivistas
de la economía del pecuniario interés,
que vence cada fin de mes.

El mañana felíz está por ver
mientras los réditos,
solidos e inmorales,
edificarán catedrales,
cuando se busca tal fin.

Tu ingenuia propensión a la veleidad,
pequeña,
solo te reportará
animosidad
por cuanto que,
con tu vaticinio goloso,
aguarás el futuro del mocoso,
que apenas confiando en tu simpleza,
sin el aditamento vil del recurso a la fiereza,
se olvida siempre de quien trata de pergeñar bajeza.