viernes, 14 de septiembre de 2012

Día negro




                                  No es mi fuerte, digerir los días negros, quizá porque de   pequeñito me enseñaron a no mirar nunca a la cara al adversario... para que no te convenza de que la contrariedad existe y es capaz de vencerte.

                                  Gracias a eso llegué a sentirme invencible alguna vez, aupado en las risas que me salían de dentro y sin sentido, aunque no como el que ríe por tonto, como creían algunos, sino envalentonado por el coraje que te imprimen.

                                  Hoy no tengo fuerzas para reirme, canalla, me has vencido y temo que en adelante me seguirás venciendo más a menudo, si es que no consigo superarte en el ámbito de lo profundo porque solo existes cuando te haces valer entre quienes te temen, pensando en que les vacías de todo contenido.

                                  Si dijera que no me asustan tus trinos, me engañaría, aunque más que asustarme con tu venidera y certera presencia, me asusta la idea de que no esté a la altura de quien se sabe de paso, gozoso con la sola posibilidad de poder aumentar en algo el esperanzado testigo de quien me lo pasó en su día.

                                   Fernando, mi hermano, se ha ido hoy cuando no lo pretendía. 


                                   Es lo que tiene esto, que las más de las veces te presentas sin avisar, para hacernos maldita la gracia. No estaba agotado aún, quería seguir manteniéndose en vida para saborear lo mucho que obtuvo de ella, a pesar de los valles de lágrimas que siempre se olvidan. Cumplidos tan solo tres meses de que viajáramos juntos a Andalucía y ampliáramos con gusto el conocimiento de lugares y personas nuevas que le seducían.

                                   No ha tenido tiempo de nada más pero si de mostrar su talento de setenta años para hacer las cosas que ha hecho y de la mejor manera que ha sabido hacerlas. Una familia con tres hijos varones que heredan las mejores prácticas de un ser honrado a carta cabal, trabajador incansable y capaz de obligarnos a pensar cada vez que, con polémica, hurgaba en las honduras filosóficas. Nunca se dejó influir basándose en sus convicciones que, erróneas o no, decía tener comprobadas. Una de ellas su creencia en un Dios, de infinita bondad, que alejado de tanta podredumbre mundana, le ofrecía la posibilidad de mecerse con el en un sosegado espacio de paz.


                                   Quisiera creer con el, aunque por el momento me incline más por seguir buscando el revulsivo de otras deidades menos etéreas, más próximas a las personas que como él han pensado y piensan que aún es posible el cielo en la tierra.

                                    Fernando, en el sitio que estés, mereces el mejor descanso.

                                    En paz.

2 comentarios:

  1. Gracias, mil gracias por llegar al más profundo de mis sentimientos y conmocionarme. Gracias, gracias....

    ResponderEliminar
  2. 15.971 gracias.
    15.971 gracias por ser mi padre y el de mis hermanos y por querernos infinitamente.
    15.971 gracias por estar en todo momento pendiente y cuidar tanto de Rufino y de Angeles.
    15.971 gracias por ser el abu.
    15.971 gracias por ser un buen suegro cascarrabias.
    15.971 gracias por amar siempre tanto a la vieja.
    15.971 gracias por tu pertinaz y a veces ingenuo optimismo.
    15.971 gracias por la ilusion con la que aguardabas cada reunion con hermanos, primos y sobrinos y por como se te iluminaba la cara y gozaba tu alma cuando estabas con ellos.
    15.971 gracias por transmitirme seguridad y confianza, especialmente de ninho, cuando eras mi superman.
    15.971 gracias por tu inagotable e incansable filosofar.
    15.971 gracias por polemizar.
    15.971 gracias por reganharme y por tener que darte a posteriori la razon negada en muchas ocasiones.
    15.971 gracias por tu deismo antidogmatico.
    15.971 gracias por tu ilusion con los reyes magos, primero con tus hijos y luego con tus nietos.
    15.971 gracias por sufrir en silencio tus problemas y en pensar que nunca hay que rendirse, que aquellos siempre tienen solucion.
    15.971 gracias por darme la mano de pequenho y apoyar tu mano en mi brazo de mayor.
    15.971 gracias por los maravillosos veranos de Gandia.
    15.971 gracias por tu pasion por Chopin, Machin y por toda la buena musica.
    15.971 gracias por no faltar a ningun partido de futbol mio en mi infancia y adolescencia.
    15.971 gracias por coger el telefono con tu grave "digame".
    15.971 gracias por descubrirme el Museo del Prado y el Museo Romantico.
    15.971 gracias por hacerme disfrutar en mi infancia de los fines de semana en la C/Fuencarral.
    15.971 gracias por disfrutar de tus pequenhos placeres cotidianos, aunque te reganharamos por ello.
    15.971 gracias por tu vitalidad.
    15.971 gracias por todas las cosas buenas que en estos momentos de infinita tristeza no puedo transmitirte.

    Muchas gracias viejo por haber compartido conmigo intensamente 15.971 dias de mi existencia. Nos quedan muchos mas dias que disfrutar de tu recuerdo y de tu animo.

    IN MEMORIAM
    Fernando Boro Lopez.
    Madrid,14-12-1941.
    Getafe,14-09-2012.

    ResponderEliminar